En un año electoral, la democracia se despliega como una flor perfumando a
los ciudadanos que asisten al debate de ideas entre las más diversas expresiones
del pensamiento, para finalmente desembocar en dos jornadas gloriosas: el comicio, símbolo de democracia y libertad, y la asunción del mando, síntesis de la unión de todo un pueblo que, aún con sus diferencias, se encolumna detrás de un estadista, que ya no sólo representa a quienes lo votaron, sino que, abrazado en una integración dirigencial , se lanza en pos del bien común y la construcción de una sociedad mejor.Así es en Canadá.
Alejandro Borensztein
domingo, 20 de febrero de 2011
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Esto es re nerd te vas a la chota (? viva Canadá y la hoja de mariajuana en su bandera.. y lo' voto se compran viejita
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